Ahorrar es una práctica financiera esencial para garantizar la estabilidad económica, cumplir metas a futuro y estar preparados ante emergencias. Sin embargo, surge una pregunta relevante en mercados sujetos a variabilidad monetaria: ¿Conviene ahorrar en moneda local o extranjera? A continuación, exploramos en profundidad los factores que inciden en esta decisión, ilustrando con ejemplos concretos y datos recientes que ayudan a fundamentar una elección informada según el contexto personal y macroeconómico.
Pros y contras de guardar dinero en la divisa nacional
La divisa nacional es, por definición, el instrumento de transacción diario de una nación. Para aquellas personas que ganan dinero, pagan impuestos y efectúan sus compras rutinarias en esta moneda, guardar dinero en la divisa nacional se presenta como la elección más simple y directa. Sus beneficios incluyen:
1. Sencillez de uso y liquidez: los fondos en la divisa local están accesibles de inmediato para cualquier urgencia o requerimiento, sin cargos por cambio ni limitaciones regulatorias, como en cuentas bancarias convencionales.
2. Posibilidad de acceso a mejores tasas y productos: en muchos países, los bancos ofrecen incentivos o mejores tasas de interés para depósitos locales, además de asegurar los fondos hasta cierto límite mediante seguros o fondos de garantía estatales.
No obstante, hay riesgos importantes, especialmente vinculados a la inflación y la devaluación. En economías volátiles, como ocurrió en Argentina durante las crisis de 2001 y 2018, la moneda local experimentó una rápida pérdida de su valor adquisitivo. Por ejemplo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos argentino (INDEC), entre 2018 y 2023, la inflación acumulada excedió el 150%, disminuyendo rápidamente los ahorros en pesos.
Pros y contras de guardar dinero en divisas extranjeras
Al ahorrar en una divisa fuerte, como el dólar estadounidense o el euro, el ahorrante busca protegerse frente a posibles devaluaciones de la moneda local y la inestabilidad económica interna. Entre las ventajas principales encontramos:
1. Preservación del valor: las divisas extranjeras generalmente ofrecen una estabilidad prolongada. En naciones como Venezuela o Turquía, donde la inflación local supera los diez puntos porcentuales, el dólar y el euro se han establecido como refugios seguros para quienes ahorran.
2. Diversificación y acceso global: disponer de ahorros en divisas extranjeras facilita operar en mercados internacionales, realizar compras en el exterior o invertir fuera del propio país.
Sin embargo, esta opción igualmente ofrece desafíos:
1. Costos y barreras regulatorias: muchos estados aplican restricciones a la compra de monedas extranjeras o gravan estas operaciones con impuestos, como el Impuesto PAIS en Argentina o el impuesto sobre divisas en Brasil.
2. Riesgo de tipo de cambio: cuando la moneda nacional gana valor respecto a la extranjera, el poder adquisitivo de los ahorros en moneda extranjera puede reducirse en el ámbito local. Un ejemplo de ello fue el aumento del valor del sol peruano frente al dólar en 2021, lo que ocasionó que para los residentes en Perú, sus ahorros en dólares disminuyeran en comparación con la moneda local.
Aspectos a evaluar antes de decidir
La elección entre moneda local o extranjera depende de múltiples factores que conviene analizar en cada caso particular:
1. Estabilidad económica general: cuando un país mantiene una baja inflación y estabilidad, ahorrar en su moneda suele ser adecuado. Países como Chile o Uruguay han mostrado recientemente inflaciones controladas y monedas comparativamente estables.
2. Objetivos de ahorro: para gastos inmediatos o necesidades cotidianas, la moneda local es conveniente. Para proyectos internacionales, estudios en el exterior o viajes, lo recomendable es planificar en moneda extranjera.
3. Nivel de riesgo y opciones financieras: Los ahorradores que muestran una mayor aversión al riesgo o han tenido experiencias negativas en crisis económicas suelen diversificar invirtiendo en divisas extranjeras. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta los costos asociados a la conversión y las condiciones de liquidez de cada producto financiero.
4. Acciones del gobierno: Las modificaciones en la política monetaria, como la implementación de restricciones de capital o el establecimiento de distintos tipos de cambio, pueden afectar brevemente la ventaja de una opción sobre otra. Por esto, es crucial estar al tanto de las novedades económicas y legales del país donde se vive.
Ejemplos prácticos y casos regionales
Argentina: muchos ciudadanos han optado por ahorrar en dólares tras décadas de alta inflación. El fenómeno del “colchón dólares”, donde los ahorros se mantienen fuera del sistema bancario en divisas físicas o cuentas en el exterior, es consecuencia directa de la desconfianza en la moneda local.
México: el peso mexicano ha mostrado relativa fortaleza y una inflación controlada en comparación con países vecinos. La mayoría de la población ahorra en moneda local, aunque existe un segmento que, por actividades internacionales, mantiene cuentas en dólares.
España: como país perteneciente a la eurozona, su moneda es una de las más estables del mundo. Ahorrar localmente asegura estabilidad y acceso a productos financieros sofisticados con protección legal europea.
Venezuela: el bolívar ha dejado de ser una reserva de valor, lo que ha llevado a una «dolarización de facto», donde hasta las transacciones más sencillas se realizan en dólares estadounidenses, pese a la inestabilidad jurídica y operativa.
El elegir la moneda en la que se desea guardar ahorros requiere un análisis completo de la estabilidad económica a nivel macro, los propósitos individuales, el plazo de tiempo para utilizar los fondos y el contexto regulatorio particular. Evaluar experiencias tanto locales como globales, estudiar casos concretos y prestar atención a factores como la inflación y las restricciones cambiarias son fundamentales para reducir riesgos y aprovechar posibles oportunidades. Los ahorros, independientemente de cómo se denominen, deben seguir una estrategia personalizada que conjugue seguridad, liquidez y una visión de crecimiento a largo plazo.