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Descubre el minimalismo de Jil Sander

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El minimalismo en el ámbito de la moda ha sido, desde las últimas décadas del siglo XX, un símbolo de innovación y de alejamiento de los excesos. Una de las personas más influyentes en este ámbito es Jil Sander, frecuentemente llamada la “Reina del Menos es Más”. Sin embargo, ¿qué significa realmente el minimalismo de Jil Sander y por qué ha sido tan crucial para la evolución del diseño actual?

Historia y visión de Jil Sander

Nacida en Hamburgo, Alemania, Jil Sander fundó su casa de moda en 1968. Su visión artística estuvo marcada por un espíritu rebelde contra la ostentación de las décadas precedentes. Sander adoptó el minimalismo no solo como una preferencia estética, sino como una declaración cultural. En palabras de la diseñadora: “Quise crear ropa para personas que no necesitan demostrar su poder a través de la extravagancia”.

El método minimalista de Sander destaca por centrarse en la funcionalidad, la calidad de los materiales y la simplicidad de las formas. En vez de adornos innecesarios o accesorios rimbombantes, Sander resalta la estructura y la precisión. Cada una de sus prendas es producto de una reflexión detallada sobre el diseño, la proporción y el confort.

Características del minimalismo según Jil Sander

La propuesta estética de Jil Sander se apoya en tres elementos clave:

1. Sobriedad cromática: sus colecciones históricamente recurren a paletas neutras: blancos, grises, azul marino y negros, aunque ocasionalmente introduce matices terrosos o pastel para acentuar líneas limpias y volúmenes puros.

2. Falta de decoraciones: Sander evita los adornos llamativos y las impresiones ruidosas. En su mundo, lo que no se dice, lo discreto y lo oculto tienen más valor que lo obvio. Los detalles generalmente se limitan a costuras impecables, cierres ocultos o pliegues cuidadosamente diseñados.

3. Materialidad y confección de excelencia: la selección de materiales como lana virgen, algodón egipcio y seda japonesa respalda la precisión del minimalismo. Sander mejora la experiencia del usuario mediante la textura y el peso de cada tejido, privilegiando la durabilidad por encima de la transitoriedad de las modas.

Contexto sociocultural y repercusión global

En los años 80 y 90, Occidente experimentó una estabilización económica y el surgimiento de nuevas élites empresariales. Estas condiciones permitieron que el minimalismo de Jil Sander fuese visto como un emblema de modernidad y sofisticación. Contrario a otros diseñadores del tiempo, como Gianni Versace o Karl Lagerfeld, Sander presentó una identidad visual asociada al intelecto, la independencia y la calma autoritaria.

Mujeres profesionales, ejecutivas y creativas encontraron en sus prendas la posibilidad de proyectar autoridad y distinción sin recurrir a elementos llamativos. Un caso emblemático es el de Angela Merkel, que ha declarado sentirse cómoda en trajes sencillos que evocan la filosofía de Sander. Del mismo modo, en el mercado asiático, su influencia resulta visible en las tendencias actuales de Corea del Sur y Japón, donde el minimalismo sigue siendo sinónimo de refinamiento.

El minimalismo de Jil Sander frente a las nuevas generaciones

El impacto de Jil Sander se observa en muchas marcas jóvenes y creadores noveles. Firmas como COS, The Row y Margaret Howell siguen investigando los mismos principios de sencillez y utilidad. Asimismo, la mayor sensibilidad ecológica y las nuevas visiones sobre el consumo responsable han dado un nuevo significado a la obra de Sander. Numerosas colecciones actuales incorporan ideas minimalistas para centrarse en la intemporalidad y disminuir el residuo textil.

Estudios de mercado evidencian que casi un 65% de los consumidores entre 25 y 35 años prefieren invertir en prendas versátiles y de larga duración, afianzando la vigencia de la premisa “menos, pero mejor”. Este giro en las preferencias de compra también se ve potenciado por el auge de plataformas de segunda mano especializadas en piezas minimalistas, donde prendas originales de Jil Sander alcanzan precios notables por su calidad y diseño imperecedero.

La atemporalidad como resistencia

El enfoque minimalista de Jil Sander sugiere no solo una moda, sino también un enfoque hacia la vida y el exceso en la sociedad actual. Su énfasis en lo esencial, las formas simples y el cuidado en los detalles nos hace replantearnos nuestra conexión con las prendas y el ambiente. Al optar con intención por menos artículos, aunque de calidad superior, el concepto de Sander se alinea con una búsqueda de autenticidad, constancia y autoafirmación.

En un contexto en el que la moda rápida y el consumo exacerbado son cuestionados por su impacto ambiental y ético, la visión de Jil Sander se presenta como un punto de referencia hacia la simplicidad, la elegancia duradera y el respeto por el proceso creativo. Así, el minimalismo de Jil Sander representa mucho más que un estilo visual: encarna una ética del diseño capaz de trascender generaciones y fronteras, consolidándose como un discurso vigente y reverenciado tanto por entendidos como por nuevos públicos globales.

Por Otilia Adame Luevano

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