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La polémica sobre la autoría de la icónica fotografía de la niña del napalm

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La conocida imagen de la «niña del napalm», que retrata a una niña corriendo sin ropa por un camino en Vietnam mientras su piel se ve afectada por un ataque aéreo con napalm, ha servido durante mucho tiempo como un emblema visual de la crueldad de la guerra de Vietnam. Capturada en 1972, esta fotografía obtuvo el premio Pulitzer y llevó al fotógrafo Nick Ut a la celebridad. No obstante, más de 50 años después de haber sido tomada, la procedencia de esta emblemática foto está siendo cuestionada por un documental reciente titulado The Stringer, que sostiene que en realidad fue capturada por el fotógrafo independiente Nguyen Thanh Nghe.

La disputa sobre la autoría de esta imagen ha provocado una profunda controversia en el mundo del fotoperiodismo, particularmente porque la imagen no solo tiene un significado histórico y emocional, sino que también forma parte del registro de una de las fotografías más significativas del siglo XX. Con el respaldo de nuevas investigaciones, The Stringer propone una versión alternativa de los hechos, desencadenando un debate sobre la verdad detrás de la imagen.

La influencia de la fotografía y su trasfondo histórico

La imagen fue capturada el 8 de junio de 1972, tras un ataque de las fuerzas aéreas de Vietnam del Sur con napalm que impactó por error en el pueblo de Trang Bang, situado en el sur del país. La niña en la imagen, Kim Phuc, de apenas nueve años, escapaba del ataque acompañada de otros menores. La fotografía refleja el sufrimiento físico y emocional de la niña mientras corre confundida y aterrorizada, con su piel quemada por el napalm. Esta fotografía, divulgada por los medios internacionales, pronto se convirtió en un emblema de la tragedia y las secuelas humanas de la guerra.

Nick Ut, quien trabaja como fotógrafo para la agencia Associated Press (AP), fue responsable de tomar esta impactante fotografía. No obstante, un reciente documental ha revelado una teoría diferente que desafía la autoría, sugiriendo que el verdadero autor de la foto fue Nguyen Thanh Nghe, un reportero gráfico vietnamita que, aparentemente, también se encontraba en el mismo instante y ubicación de la toma.

La película documental y el estudio que generaron el debate

The Stringer, el documental que comenzó a circular en el Festival de Cine de Sundance en enero, lanzó una acusación que ha generado un alboroto en la comunidad del fotoperiodismo. Según los realizadores del documental, la imagen fue tomada por Nghe, un fotógrafo independiente de Vietnam que trabajaba en la misma zona en ese momento. Con el uso de nuevas tecnologías y la recopilación de entrevistas con testigos, el documental sostiene que la foto fue tomada con una cámara diferente a la que Ut dijo estar usando y proporciona detalles que contradicen la versión oficial.

Frente a estas recientes revelaciones, la agencia AP comenzó su propia indagación. Aunque no ha hallado evidencia concluyente que valide o refute la historia de Ut, la agencia admitió que hay «cuestiones significativas» que han abierto paso a la incertidumbre. La polémica ha llevado a que entidades como World Press Photo (WPP) pausaran provisionalmente la concesión de la imagen a Nick Ut, lo cual ha intensificado aún más la discusión sobre quién tomó la fotografía.

Diferentes relatos sobre cómo se tomó la foto

La narración de Ut ha sido considerada durante mucho tiempo como la versión oficial de los acontecimientos. Según lo que cuenta, él estaba utilizando una cámara Leica en el momento de capturar la imagen. Menciona que observó a Phuc corriendo, completamente confusa, después del ataque. Ut rápidamente tomó varias fotografías y, al percatarse de la seriedad de la situación, llevó a los niños a un centro médico cercano para que recibieran tratamiento. No obstante, la versión proporcionada por Robinson, quien era el editor de fotografía de AP en ese periodo, varía considerablemente. Robinson asegura que Ut no estaba presente cuando se eligió la foto para ser publicada. Afirma que en esa ocasión, otros fotógrafos también estaban trabajando en la misma área, lo cual sugiere que el autor de la imagen podría haber sido Nghe.

Según Robinson, Ut fue acreditado con la foto solamente porque Faas, el editor de fotografía de AP, pidió que él fuera quien obtuviera el reconocimiento, lo cual Robinson no consideró que podía cuestionar.

La llegada de Nguyen Thanh Nghe

El relato cambia de manera sorprendente cuando el documental consigue encontrar al fotógrafo Nguyen Thanh Nghe, quien estuvo presente el día en que se tomó la célebre imagen. Nghe, quien actualmente reside en los Estados Unidos después de haberse exiliado tras la caída de Saigón, confesó que no había podido compartir su intervención en la toma de la fotografía durante muchos años. Según él, la foto de la niña del napalm fue un punto crucial en su carrera, pero el reconocimiento fue injustamente dado a Ut, quien trabajaba para una agencia más grande y renombrada.

Nghe ha planteado nuevas interrogantes en el documental respecto a quién capturó una de las imágenes más icónicas en la historia del fotoperiodismo. Con el aporte de nuevos documentos y los relatos de testigos, el debate sobre quién fue el fotógrafo persiste.

La controversia y el impacto en el legado histórico de la fotografía

Aunque el documental presentó acusaciones, numerosos fotoperiodistas se niegan a aceptar que la autoría de la fotografía esté equivocada. La imagen posee un valor histórico inmenso y, para muchos, el nombre de Nick Ut está inseparablemente vinculado con su toma. Algunos periodistas piensan que la polémica no debería disminuir el efecto de la foto ni el legado de Ut como fotógrafo, quien ha sido reconocido mundialmente por su valentía y habilidad para captar la esencia de los sucesos que registraba.

Por otro lado, el hecho de que una figura clave de la guerra de Vietnam como la niña del napalm esté envuelta en esta controversia plantea nuevas preguntas sobre cómo se preserva la verdad histórica en la era moderna, donde los avances tecnológicos permiten examinar de manera más profunda los hechos del pasado.

Al final, la cuestión que queda es: ¿quién en verdad capturó la fotografía que simbolizó un conflicto y el sufrimiento humano? Las incertidumbres acerca de quién tomó la imagen de «La niña del napalm» siguen suscitando discusión, y aunque resolver el enigma no será sencillo, su significado simbólico permanece sin lugar a dudas.

Por Otilia Adame Luevano

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